Como todos los años, la Copa claro que se disputa en el Buenos Aires Lawn Tennis club nos trae lo mejor del tenis mundial y para aquellos que somos fanáticos de este deporte, es una oportunidad única de ver a algunos mejores tenistas del planeta en nuestra casa.
Pero este año ocurre algo que no había pasado en las ediciones anteriores, ningún jugador argentino es favorito para levantar la copa. Si bien hemos tenido grandes campeones de otras latitudes, como Guga Kuerten, quien fuera número 1 del mundo a principios de este siglo, y jugadores como los españoles Moya, Ferrero , Robredo, engalanaron el podio, nunca como en otras ediciones los tenistas argentinos están tan lejos de poder alcanzar la gloria. Y esto no es desmerecer a Nalbandian, Mayer o Zeballos, pero las realidades y expectativas hacen, que sin Juan Martin Delpotro, con Juna Mónaco afuera, no está muy claro por qué no quiso jugar, con Nalbandian no es su mejor momento, no hace añorara ediciones pasadas en las la posibilidad de un campeón argentino era concreta y muy cercana.
Habrá que repensar muchas cosas a futuro con este torneo y principalmente con el tenis argentino ya que las figuras convocantes de público van, poco a poco, dejando paso a nuevos tenistas, de gran talento, pero todavía, muy poco conocidos para el aficionado en general. Aquella “armada argentina” de Coria, Cañas, Gaudio, Zabaleta, Calleri, Acasuso y hasta con el mismo Nalbandian, ha quedado en el recuerdo y hoy por hoy, no se si algún día volveremos a tener tantos jugadores, tan bien rankeados que protagonizaban verdaderos clásicos en el ya mítico Lawn tennis club.
Es bien sabido, que no puede tener futuro un torneo de tenis en un país si al menos tenga un candidato propio al título. Le pasa a chile con Viña del mar y que este año lo salvo la presencia de rafa Nadal, le pasa a San Pablo, Brasil, con poca expectativa y le pasa a Acapulco, México, con tribunas vacías en la mayoría de los días.
Hay unos chicos que vienen asomando, la denominada “generación del 92” con Diego Schwartzman y Facundo Arguello a la cabeza. Esperemos que exploten por el bien de las futuras ediciones del torneo y la salud del tenis argentino.
Nota de redacción
Leo Canaparo