Nota LEO CANAPARO. COPA DAVIS. ASTANA. Kazajistan
Después de 17 años, Argentina dejará el grupo de elite de Copa Davis. El equipo argentino perdió la serie de repechaje ante Kazajistán por 3-1 y jugará la zona Americana en el 2018.
Un repechaje que los locales terminaron de cerrar con la victoria de Mikhail Kukushkin sobre Diego Schartzman por 6-4, 6-4 y 7-6 (2) y que significó, además, la despedida del grupo Mundial del tercer campeón de la historia al año siguiente de su consagración, como Francia en 1997 y Suecia en 1999.
Fue un fin de semana de mucho nervio y poco tenis. De ambos lados se sintió la presión de este repechaje, quizás mas del lado de los argentinos por su historia reciente no solo a nivel equipos sino también porque contaba con jugadores de mejor ranking y de un presente que hacía augurara que, aunque sea de visitante, se podía ganar sin problemas. No olvidemos que hace algunos días Schwartzman alcanzaba los cuartos de final del Abierto de los Estados unidos, pero todos sabemos que muchas veces estos logros o puestos en el ranking de nada sirven en Copa Davis. El mejor ejemplo fue el partido de dobles con la pareja argentino Molteni-Gonzalez, dos buenos representantes en la especialidad, muy atados, cometiendo errores increíbles, producto de esta presión de jugar por los puntos algo importante. Y lo del «peque» de hoy, muy lejos del nivel que venía mostrando en el tour, errando bolas fáciles, lento en sus desplazamientos, y esto le pasó principalmente en los dos primeros sets que arrancó 0-4. En el tercero un poco mejor luchando para levantar un break en contra pero su suerte estaba echada como la de todo el equipo.
Poco pudo hacer el capitán argentino Daniel Orsanic en esta serie con tantos jugadores ausentes. Algunos por lesión y otros porque prefirieron no jugar, y esta relajación luego del gran festejo de la obtención de la ensaladera de plata, que hoy en día siguen por el país, lleva a estos porrazos, a estas caídas abruptas y sorpresivas. El tenis profesional es así.
Después de 17 años tres finales (2006, 2008 y 2011) y un título en 2016, Argentina deberá bajar al llano y volver a empezar, barajar y dar de nuevo. Se terminaron los festejos y hay que empezar a trabajar para el ascenso.