WIMBLEDON. Inglaterra
Un momento dificil pasaron el español Marcel Granollers y el uruguayo Pablo Cuevas, pareja de dobles en Wimbledon y podrían ser multados por su reacción cuando la jueza de silla le negó permiso al oriental para ir al baño por tercera vez en un partido. En el cambio de lado del 9-8 del último set, Cuevas pidió ir al baño y la umpire francesa Aurélie Tourte se lo negó porque el uruguayo ya había usado los dos recesos que cada jugador tiene por partido.
Cuevas amenazó con orinar en una lata de pelotas de tenis, y el uruguayo recibió una advertencia. Luego, cuando la pareja servía 12-13 y 0-40 realizó una sentada en protesta por haber recibido un segundo «warning».
Tras diez minutos, y la intervención del supervisor del torneo, reanudaron el partido, que concluyó con la victoria de Marray y Shamasdin.
La pareja cayó por por 6-3, 4-6, 6-4, 3-6 y 14-12 ante la formada por el británico Jonny Marray y el canadiense Adil Shamasdin.
«Pedimos que viniera el supervisor para decirle que el primer ‘warning’ no era por algo que había sucedido, sino por algo que ella había imaginado. El supervisor no quiso tomar ninguna decisión y nosotros defendimos nuestra postura durante cinco minutos y al final acabamos perdiendo, pero yo jamás lancé un bote de bolas a la jueza, como he visto publicado por ahí», señaló Granollers.
«Fui dos veces al baño durante el partido, y el quinto set fue muy largo. Creo que se debería permitir una ida adicional si el partido se alarga a cinco sets», dijo Cuevas.