MALDITO OPEN

ARGENTINA OPEN. Nota Leo Canaparo
Sin dudas esta 20ma. edición del Argentina Open no va a ser recordada por sus emociones en la cancha, la consagración de alguna figura o por el fervor de la gente, sera recordado por la lista de lesiones, abandonos y sucesos negativos que fueron ocurriendo tanto en la previa como en la semana misma del evento.

El ATP de Buenos Aires esperaba dos finalistas nacionales que rompieran con los 12 años sin un campeón local, y esto no va a ocurrir. Pero no debemos sacarle merito a Caster Ruud o Pedro Souza que lucharon para estar en el partido decisivo, pero si uno piensa de donde arrancamos con la promocionada presencia de Dominic Thiem, finalista de Australia, y el italiano Berrettini una de las revelaciones del año pasado,  nos damos cuenta que algo pasó en el medio.
Luego de estas dos grandes ausencias el peso de ser «figuras » cayó en el argentino Schwartzman, el croata Coric y el serbio Lajovic, a ninguno de los tres le gusta ser candidato. Los europeos lo evidenciaron con un nivel bajo de tenis en cancha,  y el «peque» tampoco se sintió cómodo con este título, ya que  jugó todos sus partidos muy atado, y termino, lamentablemente, con un retiro por lesión. Los estudios realizados durante la mañana sabatina arrojaron que el desgarro era menor que el indicado en la primera ecografía, pero ya no en los isquiotibiales, sino en el aductor mayor, un músculo importante para el tenis.
“Voy a estar de dos a tres semanas sin jugar. El médico me dijo que no arriesgue en la semi, porque podría llegar a estar un mes afuera. Seguramente vuelva para la gira de cemento”. Podría regresar para los M1000 de Indian Wells y Miami.
También tenemos que sumar al chileno Garin que sorpresivamente se bajó antes de empezar y que venía con viento a favor por el título de Córdoba Open la semana anterior,  y el español Verdasco, que lo vimos pelotear en la cancha central y a los pocos minutos dijo que se iba del torneo.

Sumado a esto, las jóvenes esperanzas del tenis local fueron eliminadas rápidamente dejando una sensación de vacío y enfriando las expectativas de la gente.
Esta edición habrá que exorcizarla y dejarla en el pasado, pero no por el futuro campeón que bien merecido  lo tendrá, sino por todas los sucesos que fueron pasando y que nos deja un sabor amargo a todos.

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