MONTECARLO. Nota leo Canaparo. Director TENNIS7.NET
El serbio Novak Djokovic volvió una tarde a ser, al menos, parte de aquel gran campeón e indiscutible número uno del mundo. Y lo fue en una ciudad que le sienta cómodo, en la que pasa gran parte del año, entrenando y descansando.
Y así fue nomás, «Nole» tenía que volver, todos lo esperábamos, no nos podíamos quedar con un vano recuerdo de épocas de gloria. Por eso sentí alegría verlo levantar los brazos y festejar este trabajoso triunfo ante Borna Coric, un joven croata con futuro de top ten y porque no, de animar el tour en las próximas temporadas.
Djokovic no fue espectacular, y esos tiros brillnates, en especial con su revés solo aparecieron en cuenta gotas, pero lucho, trasnpiro cada punto, pudo atravesar momentos dificles, ante un rival duro, que no le regaló nada, que peleó hasta el final.
Por eso el festejo, por eso los brazos al cielo como si hubiera ganado un partido decisivo o una final a Roger Federer, Es que para este momento del serbio, este triunfo valió como eso, como un partido trascendente, como una bisagra.
Nole está entre nosotros, reapareció en el principado de monaco, ojala se quede por mucho tiempo entre nosotros
Nota Leo Canaparo