UN 2004 GLORIOSO E INOLVIDABLE

Nota Leo Canaparo. Director
Van a pasar muchos años, seguro todos los argentinos recordaremos donde estábamos aquel domingo 6 de junio de 2004 cuando una final de Roland Garros tuvo un condimento único y especial. Fue visto por millones de espectadores en el mundo y que tuvo además un estadio Philippe Chatrier colmado por los miles de privilegiados que vivieron aquella final entre Gastón Gaudio y Guillermo Coria.
En el 2004 Coria estaba teniendo un año excepcional, había perdido un solo partido en polvo de ladrillo en un año, contra Roger Federer que recién estaba tomando el puesto de N°1, y el genial Rafael Nadal era un adolescente, todavía nadie hablaba de él.
Quienes vivimos la gira previa sobre polvo de ladrillo presumíamos que Coria era el gran favorito, era el N°3 del mundo, y Gaudio había jugado un gran torneo, tenía un ránking 44, y en cada partido mostró que iba de menor a mayor, mejorando su nivel.
Ese día de junio llegaron por primera vez en la historia dos argentinos a la final de un torneo de Grand Slam, Roland Garros, que se juega en polvo de ladrillo, que para nosotros, los argentinos, es el torneo más importante de tenis.
Todos los que amamos el tenis estábamos «prendidos» a esa final, en los bares de los clubes de tenis, niños, adolescentes, adultos, no se querían perder detalle de ese clásico argentino. Y lo era por la rivalidad que se tenían ambos jugadores, ya que en el pasado habían protagonizado partidos tensos, disputados, y en algunos casos conflictivos.
Fue un partido inolvidable porque en la primera parte Gaudio estuvo paralizado, sin moverse, no podía meter la pelota adentro de la cancha y Coria era el absoluto dominador, lo paseaba por toda la cancha, con lujos, toques, con su magia.

El partido duró 3 horas 35 minutos total, pero esa primer hora y media fue una exhibición de Coria contra un Gaudio totalmente espectador. Pero a partir de ahí, vino el drama.


Coria sorpresivamente se contracturó, se acalambró, empezó a tener dificultades de movilidad y Gaudio, que había perdido los dos primeros sets, se recuperó y dio vuelta el partido.
Y llegaron al quinto set, Coria tuvo dos match points a favor y pudo haberlo ganado, si lo hacía se coronaba y alcanzaba la cima del ranking como el nuevo número 1 del mundo, algo que ni Guillermo Vilas pudo hacer en las estadísticas. Pero finalmente lo ganó Gaudio, con un revés cruzado impecable e implacables, en una final inolvidable para todos.

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