Los años van pasando, las décadas transcurren y el mito de Guillermo Vilas y el tenis argentino parece estar cada vez más fuerte. Como si los años no hubiesen pasado, o como si se hubiera puesto un viejo grabador a cinta, los famosos pasacassettes, en pausa y se hubiera mantenido así desde la década del 70 hasta nuestros días. Uno no alcanza a comprender si esta evocación permanente es una manifestación devota a sus logros, o una añoranza porque ningún otro tenista argentino representó tan bien la celeste y blanca.
Esto puede interpretarse de distinta manera y alguien podrá decir, ningún tenista argentino ganó tantos torneos, y es cierto. O que ninguno alzo tantos títulos de Grand Slam, también es verdad. O que haya ganado tantos partidos de Copa Davis entre singles y dobles, verdades absolutas.
Ahora la pregunta serán, ¡ se necesita ganar todo eso para dejar a tras la historia del gran maestro?. Porque de ser así nadie será muy difícil que alguien pueda tener ese record que alcanzó Vilas en otros tiempos del tenis cuando se jugaban torneos en lugares remotos como Irán y en donde los Grand Slam se jugaban a tres sets hasta semifinales, o había menos superficies, en especial hasta principio de los 80´, todo era muy distinto.
Desde aquellos tiempos hasta hoy sigue la polémica, que no es tal, porque a pesar de múltiples apelaciones del propio Guillermo y de historiadores y periodistas argentinos que intentaron buscar partidos ganados por el marplatense y puntos perdidos para ver si alcanzaba el número 1 del mundo en 1977, la ATP ( Asociación que rige el tenis masculino) fue clara y directa,; Vilas nunca fue número 1 del mundo sino 2 y cerró toda chance de verlo al Willy en lo más alto del podio mundial, aunque sea 38 años después.
Entonces si otro argentino, llamase Juan Martin Del Potro llegara al número uno del mundo, opacaría el brillo de Vilas con un logro que ningún tenista pudo alcanzar?. Otros dicen que el tenis de hoy es más competitivo que el de antes y entonces ser el mejor del mundo tendría más valor. ¿ eso es tan así?. Estaría bueno pensar y desear, ojala pronto un argentino supere a Guillermo Vilas, es enriquecedor y motivador para las generaciones que vienen.
Por ahora este tema es algo tabú para el tenis argentino, pensar en el más grande sin pensar en Vilas es casi prohibitivo y hasta una herejía, pero creo que es un ejercicio que se debe empezar a practicar. No se puede vivir del pasado, por supuesto hay que honrarlo y mantener en el recuerdo, pero no venerarlo como si hacía a los semidioses de la antigua Grecia, porque si no no se crece y todo se queda pasado, como en pausa, como los viejos pasacassettes.
Nota de redacción
Leo Canaparo
Director
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